domingo, marzo 11, 2007

ORGULLO NEGR@ de TEGO


Black Pride by Tego Calderón
As told to Sandra Guzmán New York Post
15 de febrero de 2007 --Esta misma mañana, yo escuchaba al anfitrión de radio Luisito Vigoreaux hablando acerca de un proyecto fílmico mío que coprotagoniza Mayra Santos Febres y él decía, "ella, ¿ella estelariza en la película?", cuestionando su belleza negra.
También recuerdo, cuando Celia Cruz murió, a una locutora que, pasándose de lista, dijo que Celia Cruz no era negra, que era cubana. O sea que ella era bella aunque fuera negra.
Como si hubiera algo malo con ser negro y como si las dos cosas no puedieran existir simultaneamente y ser ambas majestuosas. En Puerto Rico e Iberoamérica cuando se trata de los negr@s hay mucha ignorancia y estupidez .
Cuando llegó a Puerto Rico "Malcolm X" de Spike Lee sólo se exhibió en una sala y a diferencia de todas las otras películas mostradas aquí, no había subtítulos. Es como si no quisieran que las masas aprendieran.
Pero no es sólo aquí - en Puerto Rico - donde experimento el racismo. Cuando yo viví en Miami a menudo fui tratado como un boricua de segunda clase. Sentía como si estuviera en el limbo - los niños latinos no me aceptaban y los niños afroamericanos estaban confundidos porque era un niño negro que hablaba español. Sin embargo luego me sentí más aceptado por los niños afroamericanos - como un hermano que hablaba español - que con los otros niños latinos.
Ahora que soy reconocido, a veces se me olvidan las normas racistas del mundo. Pero entonces viajo a lugares donde nadie sabe de Tego Calderón y caigo rápido en cuenta.
Por ejemplo cuando viajo en primera clase, la azafata dirá, "Señor, esto es primera clase," y pide ver boleto. Tomo mi tiempo, pongo mis bolsas arriba, me siento y con cautela les doy mi boleto, sonriendome. Trato de no pugilatearme y allá ellos .
Y la cosa es que muchos puertorriqueños blancos y latinos no lo entienden. Ellos son inmunes a las maneras sutiles en las que somos degradados, somos excluidos. Claro como ellos disfrutan del privilegio de ser blancos. Ya he oído quejas de que estamos muy a la defensiva con respecto al tema del racismo.
"Esas cosas suceden y no son a causa del color, Tego, pero a causa de como miras, como andas, lo que llevas, la tarjeta de crédito que tienes". Entonces, ellos se pasan un par de días conmigo, caminan en mis zapatos, y dicen "Coño negro, tenías razón".
Cuando yo entro en hoteles y utilizo mi American Express ellos llaman a la compañía de tarjetas de crédito, delante de mí, diciendo que la máquina está rota. Esto sucede mucho en ciudades de EE.UU. pero no es porque hay más racismo allí, es porque ellos no me reconocen. Cuándo yo estoy en Iberoamérica, que soy reconocido hay un trato distinto. Eso no quiere decir que hay menos racismo. La realidad para los negros en Iberoamérica es igual de severa, en Colombia, Venezuela, Perú, Honduras...
Los puertorriqueños (y latinoamericanos) negros estamos confundidos porque como nos criamos con los no-negros somos inducidos a creer que hay trato igual. Pero en verdad somos tratados de forma distinta y excluyente.
Mis padres siempre celebraron nuestra historia. Mi padre siempre me habló claro. El inclusive dejó al PIP (Partido Independentista) porque él decía que los negros y nuestra lucha nunca eran reconocidas.
Maelo (Ismael Rivera) y Tite Curet pusieron de su parte para educar y denunciar estos asuntos. Hoy, yo pongo de mi parte atacando el tema del racismo directamente.
Me hace tan feliz de ver a Don Omar llamarse él mismo negro y lo mismo con La Sista al celebrar su negritud. Ahora está de moda ser negro y ser de Loiza. Y eso es impresionante, me hace tan feliz. Aunque no reclamo el crédito por empezar el movimiento de orgullo, yo sé lo que hice.
El joven negro latino tiene que aprender su historia. Necesitamos también crear nuestros medios, nuestros foros y nuestras universidades. Reconocer que somos tratados como ciudadanos de segunda clase. Ellos nos dicen que los negros en Iberoamérica andamos mejor que los negros de EE.UU. o de Africa y que nosotros lo tenemos mejor aquí, pero esto es falso. Aquí, es peor.
Somos tratados definitivamente como ciudadanos de segunda clase y nosotros no formamos parte del gobierno o instituciones. Como por ejemplo en Jamaica - un país de negros controlado por blancos .
Ellos nos han criado para avergonzarnos de nuestra negritud. Está en el idioma también, por ejemplo la palabra - denigrar - que es ser menos que un negro.
En Puerto Rico estamos tan acostumbrados que uno ni cuenta se da. Solo cuando alguién de afuera nos lo indica es que, por ejemplo la mayoría de los empleados en la industria de servicios son hermanas y hermanos negros, caemos en cuenta.
Es difícil en Puerto Rico. Había esta mujer española en el elevador del edificio donde vivo y me preguntó si vivía allí. Y, la pobrecita, no sabía que allí hay un hermano negro que vive en el penthouse, pero también en el otro, vive Tito Trinidad. La cosa se pone bien interesante cuando ambas tribus nos visitan simultaneamente.
Los negros latinos no somos respetados en Iberoamérica y nosotros tenemos que obtenerlo luchando por nuestros derechos, como hicieron muchos afroamericanos luchado en los EE.UU.
Es difícil encontrar información sobre nuestra gente y nuestra historia pero así como los niños investigan el juego más nuevo de Nintendo o CD ellos tienen que tomar interés en su historia.Tener el hambre para hacerlo.
Necesitamos educar a las personas cercanas a nosotros. Yo lo hago una persona a la vez utilizando el idioma y yo me ofendo por ello. A veces usted educa con ternura, como en el caso de mi esposa, que no es negra.
Ella ha aprendido mucho y se ofende cuando ella ve las injusticias. Así ella cae en cuenta. Nuestros niños son mezcla, pero ellos entienden que ellos son negros y lo que que significa. Mi esposa ha enseñado a sus padres, y a los hermanos, y ellos, en cambio, educan los sobrinos y a sobrinas. Eso es cómo todos aprenden.
Esto no es para rechazar todo lo blanco sino para aprender a querernos en nuestra negritud - autoestimarnos. Tenemos que decir BASTA YA, es suficiente, y valorizarnos. Ellos nos han confundido - y nos enseñaron a odiarnos los unos a los otros - el auto-odio- creando divisiones por los grados de pigmentación que tenemos y las características físicas.
Recuerda que durante la esclavitud, ellos tomaron a los negros más "jabaos" para trabajar en el hogar y dejaron a los "prietos" para trabajar los campos. Hay mucho residuo del auto-odio.
Es deber de cada uno de nosotros poner nuestro grano de arena para hacer un movimiento donde exijamos el respeto que nos merecemos y donde celebremos nuestra negritud, sin vergüenza ni tapujos.
Suena difícil pero no imposible.